Poesía: BLASÓN de Ricardo Miró
COLECCIÓN DE FOTOS, ANÉCDOTAS, POESÍAS Y COSAS MARAVILLOSAS DE UN HERMOSO LUGAR LLAMADO PANAMÁ
El Poema Del Ruiseñor, por
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Desde la rama del ciprés dormido el dulce ruiseñor canta a la luna y la invita a bajar hasta su nido. Ya ves qué casto amor tan sin fortuna..., y eso que el ruiseñor, en un descuido, puede llegar volando hasta la luna. |
Envuelto entre la luz embrujadora da al viento el ruiseñor todas las galas que su garganta mágica atesora; y la luna se vuelve toda escalas de seda y luz... (La luna diz que ignora que su dulce cantor tiene dos alas...) |
Calla el agua en los claros surtidores, se aduermen los arroyos cristalinos y se despiertan a escuchar las flores. Astro y pájaro, a un tiempo, están divinos... y ella baja hasta él vuelta fulgores, y él asciende hasta ella vuelto trinos... |
Lleno de sombra y de quietud, como una pupila abierta al cielo indiferente, un retazo perdido de laguna sueña en la fronda del jardín... Presiente la pálida belleza de la luna aquel espejo claro y transparente. |
El ruiseñor solloza dolorido envuelto entre la luz embrujadora cuando calla, de pronto sorprendido, porque desde la rama en donde llora advierte que la luna se ha caído y flota sobre el agua onduladora. |
Calla el agua en los claros surtidores, se aduermen los arroyos cristalinos y se despiertan a escuchar las flores. Luna y pájaro, a un tiempo, están divinos... y ella asciende hasta él vuelta fulgores, y él desciende hasta ella vuelto trinos. |
El pájaro suplica, impreca y canta, mientras se multiplica a maravilla la flauta de su eclógica garganta... y salta alegre al ver cómo se humilla la luna, que corriendo tras su planta se viene sobre el agua hasta la orilla... |
Ante el dulce deliquio que le miente la luna, riendo en el cristal del lago, loco de amor el ruiseñor se siente, y respondiendo al amoroso halago, hunde el pico en el agua transparente y se bebe la luna trago a trago. |
Ruiseñor Recuperado de: Wikipedia.org |
La Ultima Gaviota, por
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Como una franja temblorosa, rota del manto de la tarde, en raudo vuelo se esfuma la bandada por el cielo buscando, acaso, una ribera ignota. |
Detrás, muy lejos, sigue una gaviota que con creciente y pertinaz anhelo va de la soledad rasgando el velo por alcanzar la banda ya remota. |
De la tarde surgió la casta estrella, y halló siempre volando a la olvidada, de la rauda patrulla tras la huella. |
Historia de mi vida compendiada, porque yo soy, cual la gaviota aquella, ave dejada atrás por la bandada. |